21 mar 2011

UNIDAD I: Mundos diversos

Mundos diversos desde…Nacemos en un mundo desconocido, del cual no somos responsables: con una historia, credos, obras, personajes, lenguaje, costumbres... Nacemos en una familia, en una situación determinada dentro de ese mundo Nacemos únicos, íntimos: Nadie ha existido, existe ni existirá idéntico a mí; es más, cada uno de nosotros, a lo largo de su existencia irá conformando su propia historia, su carácter; con acontecimientos que implicarán cambios fundamentales en nuestra visión del mundo y de nosotros mismos. Vamos aprendiendo de nuestras experiencias y de la de otros; aprendemos de nuestros errores y de nuestros éxitos... No sabemos cuántas son nuestras fortalezas y debilidades o ignorancias de hoy y cuántas mañana. Esperamos llevar una vida de crecimiento personal; pero no siempre es así.
Nuestra diversidad nos hace irreemplazables; nuestra intimidad inapresables: Sólo cada cual puede dolerse su dolor de muelas, pensar sus pensamientos, amar sus amores...Por mucho que alguien te ame, no puede doler tu dolor por ti. Tal vez, condolido por tu dolor, también se dolerá; entonces, serán dos los dolientes... Por eso buscamos compañía, el encuentro con otros; entre diversos…
¿Es posible el encuentro entre diversidades; qué lo dificulta; qué lo confunde? ¿Existen diversidades nocivas que no deben tolerarse, ni menos respetarse? ¿Qué es tolerancia y qué respeto? ¿Cuál es la importancia de tener convicciones y que, en cambio, es fanatismo? ¿Qué es, entonces, pluralismo? ¿Es lo mismo discriminar que discernir? ¿Qué es bondadismo; qué discernimiento y qué discriminación? Estos son los temas de la Primera Unidad de esta asignatura; donde nos interesa reflexionar sobre la actitud y compromiso que debemos tener como educadores, si queremos que este mundo no se siga destruyendo. 


Principio 1: "Construir la propia vida, la ciudad -polis, urbs, civitas- y el mundo en armonía,; así, como se construyen las composiciones musicales: con notas distintas, sones y silencios..." 
Principio 2:   "Sin identidad no hay diversidad.  Por ello, es importante el descubrimiento y el respeto" 
Principio 3: "Educar para la convivencia, para el encuentro, el diálogo, es requisito de toda convivencia en diversidad"



Educar implica descubrir, valorar y cultivar la diversidad.

«Educar en diversidad» es uno de los principios que debe regir todo nuestro quehacer educativo; pues la realidad, tanto natural como cultural, lo es: vegetales, animales, fungi, monera, protiste, minerales, relieves, climas, formas, relaciones, distribuciones, lenguaje, artes auditivas y visuales, etc.; se presentan en una diversidad infinita.  Sin embargo, es en la persona humana donde la diversidad alcanza los caracteres de único, íntimo, incomparable, irreemplazable; siendo cada momento de nuestra existencia, también único, diverso. Nuestros educandos son diversos; diferentes en sus corporalidades, sensaciones, afectos, anhelos, ideas, creencias, capacidades y discapacidades; por lo tanto, la preparación, desarrollo y evaluación de las actividades educativas, debe ser individualizada, diversa.

Sí, es importante tener presente que la aceptación, valoración y cultivo de la diversidad, requiere tener claridad sobre los principios de tolerancia, respeto y caridad.

CONCEPTOS CLAVES
1.-  TOLERANCIA: Es la consideración hacia la diferencia; una disposición a admitir, amable y comprensivamente, la legítima discrepancia, esto es, el pluralismo.

ACTIVIDADES
1. Trabajo primero individual y  luego grupal:
a) Descubran 5 semejanzas y diferencias entre ustedes y sus compañeros o amigos o familia.
b) Formen equipos para compartir lo que cada uno ha descubierto. ¿Qué piensan sobre las semejanzas y diferencias encontradas? ¿Les gusta ser distintos;  les trae algunos problemas; cuáles? 

FINALIDAD:
Aclarar el concepto de diversidad y tolerancia.
Conocerse mejor y conocer a los demás, aceptando las diferencias.
Valorar la diversidad como complementariedad y la tolerancia como necesaria para la paz. Introducir conceptual y afectivamente en el concepto de discriminación.

2.- RESPETO: Respetar implica admirar un valor o virtud que descubrimos en una persona quien, en ese sentido, se constituye como un modelo de vida.
Tolerar no es sinónimo de respetar.
Tolerar es permitir algo sin estar de acuerdo; sin justificar, aprobar o creerlo así; pues implica una diversidad en la discrepancia incluso en ocasiones, debemos tolerar un mal menor para evitar uno mayor que, de otra forma, no podríamos eludir.  Por ejemplo, debemos tolerar órdenes de un jefe que puede exigir más trabajo del justo o pagar menos de lo correcto, si no hay otra forma de conservar el empleo necesario para satisfacer las necesidades básicas de la familia.

ACTIVIDADES:
1. ¿Podrían resaltar algunas situaciones que expresan respeto? Discute la importancia de los rituales de respeto. Como educador, ¿cuáles rescataría? 
2. Elijan dos personas de diversos ámbitos; que les inspiren verdadero respeto. ¿Qué es lo que más admiran en ellas? Analicen la variedad o semejanza de respuestas. 

Principios
Se debe conservar y aplicar el principio de tolerancia cuando no hay acuerdo.
Se debe respetar en otros un valor que no poseemos y que admiramos como un ideal al que aspirar.
La convivencia con quien respetamos nos enriquece, porque nos hace vivenciar lo valioso: su honradez, lealtad, responsabilidad, humildad, generosidad; en fin, todas las virtudes que enaltecen las almas ya con su sólo visión. De ahí la importancia de los grandes modelos: genios, santos y héroes y de los modelos con quienes convivimos a diario.
Lo anterior implica que hay diversidades que sólo pueden obtener nuestra tolerancia; mientras otras, por sobre esta, merecen todo nuestro respeto, reverencia o admiración.
Estas actividades también ponen a prueba nuestra propia actitud tolerante; pues es un verdadero reto al escucharles hablar con mucho afecto y admiración de personas que a nosotros no nos simpatizan en lo absoluto.
La idea es que ellos vayan conociéndose, aceptándose y también respetándose a sí mismos y a los demás, en diversidad.

3.  LO INTOLERABLE
No. No todo es tolerable. Sólo debemos tolerar aquello que no nos quita la dignidad personal o expone nuestra salud.
Así, el niño no debe tolerar que abusen de él o le agredan. En estos casos debe pedir protección, pues a veces el hombre enferma y hace daños intolerables, menos aún respetables. En estos casos se debe explicar la necesidad de intervención médica y/o legal.

4. TOLERARNOS A NOSOTROS MISMOS
 No se trata de quedar sin más con lo peor de sí; sino conocer nuestros límites, defectos, discapacidades; de tal forma, no engendren desasosiego, pesimismo, depresión, desconfianza en sí mismos. Es tan malo no ponerse metas, como poner aquellas que van más allá de nuestras posibilidades.
Debemos reconocer nuestros defectos y ajustar «el que somos», con «el que deseamos, podemos y debemos ser».

ACTIVIDAD:  

1°. ¿Qué diversidades les cuesta más aceptar; diversidades ante las cuales debiera ser toletrante?
2°  Haga una carpeta de aspectos positivos de esas personas, creencias o conductas ante las cuales debe ser tolerante.



5.-  CONVICCIONES .
En una educación pluralista, democrática, de diversidades, el educador tiene como misión esencial, enseñar a tener convicciones que en los momentos difíciles de la vida nos ayuden a tomar decisiones dignas de nuestra condición humana; más allá de meras posturas impensadas, emocionales o convenientes.
El respeto por la diversidad, exige una posición de vida, esto es, convicciones
Alguien podría pensar que el respeto por la diversidad requiere de una especie de neutralidad, indiferencia. Pero no es así, el respeto por la diversidad no se opone al amor y compromiso con lo que se piensa, cree, siente, asume como verdad, bien o belleza. Se puede tener convicciones y ser amable y comprensivo con las convicciones de los demás.
Ya dijimos, tolerar no es acatar, aprobar o justificar. Al contrario, sólo quien desea regir su vida por valores, sabe que ello es difícil; sabe que existe el error, que puede equivocarse (él o los demás). Es difícil el acceso a la verdad; hay que investigarla (no se encuentra a primera vista); de ahí el sentido de las ciencias, y la reflexión.

   Las convicciones no son meras ideas sino ideas que, asumidas como verdaderas, se constituyen en principios de vida. Por lo mismo, son fuerza, criterio de decisión, dirección, fundamento y nutriente. Se trata de ideas en las cuales confiamos, desde las cuales vivimos. Por ello, en medio de los embates nos ofrecen su fortaleza, permitiéndonos salvar el caos, las debilidades, los temores.
  En una educación pluralista, democrática y globalizada, donde las tecnologías de la información y comunicación ponen el mayor número de diversidad de ideas y credos al alcance masivo, el educador tiene como misión esencial enseñar a tener convicciones que, como ya dijimos, orienten al educando, ayudándole a tomar decisiones dignas de su condición humana; de lo contrario, será fácil presa de posturas impensadas, sólo emocionales, de alto riesgo que, lo más seguro, le enajenarán degradándolo.
   Muchos creen que tener convicciones implica no respetar, ser prepotente, dogmático, intolerante; suponen que el respeto por la diversidad requiere de una postura neutral, indiferente, tibia, adaptable. Todo lo contrario, de lo contrario el diálogo no se distinguiría del monólogo. Erróneamente, se pone de moda un bondadismo (también llamado permisivismo, historicismo o relativismo) que da por bueno, verdadero y bello todo, sin ningún discernimiento, impulsando los lemas “cada cual tiene su propia verdad”, “lo que es bueno depende de cada cual”, etc. De esta forma se crean el caos más grande en el ámbito de la verdad, se impiden todo verdadero diálogo pues cada cual va por rutas paralelas (según “su” verdad, bien y belleza) y, llegado el momento del cruce de decisiones, obviamente primará la ley de la selva. Así, las convicciones y el ser una persona de principios desaparece, para dar lugar a la primacía del ser “funcionales”, “acomodaticios”, “hacer lo que se puede y no lo que se debe”, etc. El respeto por la diversidad no se opone a la convicción que expresa fidelidad a los principios; a lo que se opone es al fanatismo (absolutismo, despotismo) que absolutiza un pensamiento o credo para imponerlo arbitrariamente a los demás, en vistas de las propias conveniencias y no de auténticos principios que sólo pueden emanar de quienes aman la verdad, el bien y la belleza.
     Estilos de vida y culturas diferentes, exigen una actitud dialogal que acepte la pluralidad de ideas, creencias y culturas; por lo mismo, el educador debe enseñar el amor por el Universo, el descubrimiento de los valores, el respeto, el ser hombres de palabra, el diálogo. Pero, ¿qué es pluralismo; cómo se diferencia del relativismo?
     
6. PLURALISMO Y CULTURA
     Cada cultura representa una forma de vivir el universo, un mundo único. La persona humana no actúa frente a un Universo sin más (constructo de realidades) sino desde, en y ante el mundo que ha ido el conformando el mismo ser humano, a través de su historia. El hombre habita el Universo, toma conciencia de él, le da un sentido en respectividad con los mundos de los otros hombres: acojo y respeto el sentido que das a “esa obra de arte”, a “ese ritual y símbolos”, a “esa mascota”, a “tu escuela”, a “tus padre”…. Nuestro mundo es co-creación y, si bien es cierto que el mundo se sustenta en la realidad, también es cierto que una vez otorgado un sentido a esa realidad, ya no nos enfrentamos (encontramos) con ella como mera cosa u objeto sino como realidad – sentido o sentido-real (nuestro sentido), obra cultural.
       Esto así, las culturas son realidades transpersonales (ambitales dice López Quintás) que trascienden la perspectiva personal. Las palabras me ofrecen sus posibilidades y las elevo a la categoría de poema; el poema me trasciende y se ofrece como tal a otros que sean capaces de apreciarlo. La realidad adquiere un sentido que ofrece posibilidades enaltecedoras: la dignificamos envolviéndolas con nuestro ser que trasciende; las elevamos a rango cultural: el ruido aparece como sonido en el juego con los silencios significativos, con la palabra que se transporta hasta el alma del otro, con la música que contemplamos o que impulsa un baile… Sí, el hombre debe aprender a distinguir el ruido de la música, la palabra de la charlatanería o grosería… de lo contrario sucumbiremos. Tal como lo decía Antístenes, el día que se condenó a Sócrates: “Las ciudades perecen cuando no saben distinguir los buenos de los malos»
      No toda obra es cultural sino aquella que es constructiva para el alma, aquella que potencia la creación porque la hace más perfecta, más bella. Atenta contra la cultura quien hace uso de las realidades dignas o dignificadas, usa en forma desmedida o sin sentido las usable o no cultiva (cuida) las usadas. En esta situación, las acciones del hombre no pertenecen al mundo de la cultura sino de la anticultura (llamada por algunos “cultura de la muerte”); así se entiende toda suerte de violencia, intrusión, reduccionismo, violaciones, esclavitud, corrupción, guerra, genocidio, avaricia, etc.

       Una pedagogía que respeta la diversidad, se debe sustentar en una pedagogía dde la cultura que antes enseñe a entender el sentido de la naturaleza y de las obras que realiza el hombre para la realización de su existencia; que enseñe el discernimiento y el diálogo entre diversos. Diverso indica distinto pero no necesariamente opuestos; distinta perspectiva pero encuentro en un nivel de mayor profundidad y dignidad humana; implica complementariedad o bien, visiones distintas que pueden dar lugar a adversarios en ideas pero no a enemigos que tienen como principal meta el destruirse. Se necesita de una pedagogía que enseña a descubrir el sentido del ser, del hacer, de la obra y del saber sobre ellos; pues sólo de esta forma encontraremos el punto de unión que requiere la comunicación de lo diverso para lograr el encuentro, el diálogo y erradicar la violencia. Si yo entiendo el sentido de la Biblia, seré capaz de entender y valorar el sentido que tiene el Corán para ese otro hombre; no lo consideraré un inferior sino un semejante, un dialogante: seremos dos logos, dos credos, dos ideales pero que entran en comunión porque ambos saben el sentido de lo sagrado, de lo revelado, del misterio: ambos han sido educados en respeto y son capaces de entrar en comunión siendo diverso pero unos en el amor que es siempre benevolente. Somos personas; cada una diversa a las otras, cada una íntima y trascendente; en fin, es tanto lo que es común a todo hombre de bien: el anhelo de hacer algo por los demás, por la naturaleza, por la familia, por ti mismo; el deseo de superar ignorancias y egoísmos para dar lo mejor de sí, el formar una familia y tener un trabajo que sea una forma de servir a los demás… también nos es común el cansancio, la impotencia, el sentirnos traicionados, el desear compañía, la celebración, el buen descanso, el hambre, el frío, el momento de comodidad, la esperanza, los temores, el valor y el coraje de ser, la fe y las dudas… la dignidad y complejidad de existir confirmándonos en esa dignidad...
       Nuestra visión de mundo va más allá que una simple manera de ver las cosas: determina nuestra visión de los valores, principios y criterios que decidirán nuestras acciones y ruta de vida; conforma nuestro criterio y proyecto de vida en correspondencia con los demás, nuestra convivencia, pues no somos seres aislados. Cada decisión que tomamos en nuestra intimidad, cada acción u omisión de la misma, afecta a los demás. Por ello, para la comprensión, respeto, diálogo entre los hombre; para la armonía o paz, se requiere de una actitud personal y de una pedagogía que acepte y promueva la pluralidad de ser, pensar, creer, hacer, sentir. ¿Qué es, entonces, pluralismo? Ya podemos deducir que PLURALISMO NO ES DOGMATISMO, NI RELATIVISMO, SINCRETISMO O NEUTRALISMO:
     Resumamos en vistas de aclarar este concepto tan usado: Para el dogmático, la propia visión de mundo es la única legítima y admisible; superior a toda otra, es perfecta, absoluta. Quien respeta el pluralismo, tiene convicciones pero no es absolutista. Para el relativista, todo es posible; no hay verdad, bien ni belleza; depende del momento, de cada cual... El relativismo, por lo tanto, es una postura dogmática que niega todo valor real pues rechaza la verdad real para dar al hombre el poder de decidirla según su mirada, conveniencia o comodidad pero sin afán de verdad. El relativista suele mostrarse como acrítico o neutral: todo puede ser o no ser. Existen posturas relativistas donde abiertamente prima el pasotismo, la indiferencia, el no hacerse cargo de la realidad; otras, pelean el primado de su visión tras la lucha por el poder del más fuerte; pues cuando se es relativista, al fin y al cabo se hace lo que determina quien sustenta el poder.
       En una actitud muy distinta, quien respeta el pluralismo, respeta sus principios y los de los demás; por lo tanto, no es relativista sino dialogante. El pluralismo reconoce las distintas culturas o visiones de mundo como actitudes valiosas en cuanto tienen un mismo sentido - amar y cultivar la verdad, el bien y la belleza- pero está, por sobre todo conciente de lo misterioso de la realidad, de los límites del hombre a pesar de sus buenas intenciones; está consciente de sus propios límites y de los de los demás. Conscientes, entonces, de que el Universo es inabarcable, insondable en su totalidad, inconmensurable y trascendente a toda posible objetivación o subjetivismo no absolutiza sus convicciones, pero tampoco intenta fusionarlas con otras que, de hacerlo, sólo lograría aniquilar a ambas. Para una pedagogía pluralista, lo importante es enseñar a escuchar con respeto al diverso y a expresarse y ser escuchado respetuosamente; enseñar el discernimiento y el entendimiento, el aprecio y el diálogo enriquecedor.
         En un mundo globalizado, de rápidas comunicaciones, por lo tanto, de fácil acceso a una amplia gama de culturas y formas o estilos de vida y valorizaciones, urge enseñar a dialogar, de tal modo no perder la identidad personal ni el patrimonio cultural e histórico de los pueblos. Términos como “tolerancia”, “sincretismo”, relativismo”, abundan en medios informativos y comunicacionales, desvirtuando el verdadero diálogo, el respeto por la justa diversidad, la colaboración o el trabajo cooperativo. Panikkar, filósofo que dedicara gran parte a la reflexión sobre el pluralismo, propone una interfecundación o fecundación recíproca de las culturas, donde las culturas se escuchen, entiendan, reconozcan como igualmente valiosas, respeten, aprendan una de las otras..Urge esta pedagogía inter-fecundadora o de encuentros para instar a valorar la situación actual del mundo en que vivimos y hacernos bondadosamente cargo de él.
   
    Panikkar estima que uno de los errores que impiden el encuentro entre culturas diversas es el intento de unirlas cuando lo que se debiera propiciar y enseñar es el respeto, la admiración y el diálogo entre diversos. ¿Tendría sentido que un católico solicitara la intercesión de la Virgen, mirando hacia la Meca? No ¿verdad? Lo que sí tendría sentido es admirar su fe, su respeto por lo sagrado, su misticismo… Quien posee una visión pluralista no absolutiza sus convicciones, pero tampoco intenta fusionarlas, pues de esta forma aniquilaría ambas.

* La hermenéutica diacrónica permite traspasar la barrera de los tiempos para conocer estilos de vida o culturas distantes en el tiempo: tener conocimientos de la cultura egipcia, maya, etc.

* La hermenéutica diatópica hace referencia al diálogo entre personas que se encuentran distinta posición, porque están en el mismo o en distinto espacio pero situados de modo diferente: Uno de ellos es jefe y el otro no; uno está en invierno y el otro en otro hemisferio en verano... Preguntémonos siempre en qué espacio se mueve el otro, cuál es su situación.

La hermenéutica morfológica requiere aprender a interpretar formas diversas de ser, de existencia, aún cuando compartan espacios, situaciones y tiempos semejantes...Alude al arte de escuchar al diverso porque tiene ideas y creencias distintas, aunque nos encontremos con él en el mismo tiempo, espacio y situación.  Diversos pero comunicados, enriquecidos en la diversidad, amándonos y amando, alertas a admitir el error y a crecer.  Comunicados y no sólo conectados o arrasando con los demás.

Cualquiera de estas hermenéuticas nos exige un camino:

    1º Poner entre paréntesis nuestros presupuestos, mitos, creencias... para no condicionar la interpretación del otro. Reconocer que la realidad tiene algo o mucho de misterio para no disminuir el valor del otro y el propio. Acoger, abrirse al otro para entenderlo con el corazón, esto es, con amor pues "una interpretación no es correcta si el interpretado no se reconoce en la interpretación". Cada persona se auto-comprende y esa auto-comprensión forma parte de su ser, de su forma de existir; por eso nosotros no la entenderemos si no entendemos cómo ella se entiende a sí misma. Esto no significa que estemos de acuerdo con ella; pues hay diversidades que sólo las podemos tolerar (no respetar) y, en otras, ni siquiera tolerar pues atentan contra la dignidad del ser personal: jamás deberemos aceptar la pedofilia o la agresión como un elemento propio de una cultura diversa, pues impiden el diálogo y la cooperación, anulando toda posible cultura.
   2º No podemos aplicar los conceptos de una cultura a otra pues sus contextos y, por lo mismo, carga histórica o biográfica, situación vital, son distintos; tampoco podemos traducirlos. Lo que sí podemos es buscar los equivalentes homeomórficos, esto es, aquellos que en nuestra propia cultura tienen un sentido símil. ¿Es Isvara del hinduismo mediador y, en ese sentido, tiene un valor equivalente a Cristo de los cristianos? Sólo puede responder y entrar en diálogo quien ha dedicado atención a ambos credos… sin partir prejuzgando o con intención de aniquilar al otro y encerrarse a todo diálogo y consideración del “tú”
     Diálogo de culturas, interculturalidad, cooperación, entendimiento para enfrentar los problemas que hoy aquejan a todo nuestro mundo. Es importante tener presente que los problemas ecológicos, políticos, económicos, son síntomas o consecuencias de un problema más radical que es causa de los mismos: Vivimos un mundo desorientado, perdido entre sus propias producciones, conocimientos, razón… Se requiere retomar el sentido y valor de la vida, de la existencia, de la armonía interior y de la paz entre las diversidades culturales y la biodiversidad de las cuales somos responsables.
   A nivel simple, a nivel de escuela hogar, es importante aprender a vivir en armonía: armonizar las diversidades, buscar su complementariedad, descubrir el tono adecuado para cantar a coro, a dueto o ser solista… Ello nos hace requerir una pedagogía de la sensibilidad, de la admiración: una pedagogía estética. 


7.  SE OPONEN A LA DIVERSIDAD, GENERANDO VIOLENCIA:



A) EL BONDADISMO  lleva a la arrogancia, intolerancia y falta de respeto con la diversidad. El bondadismo consiste en calificar todo de verdadero, valioso; siempre que no nos agredan. Es una posición egoísta y no comprometida; ni con la verdad, ni con las personas que la declaran. Se trata de una posición cómoda que busca las conveniencias de no tener que confrontarse y tampoco, consecuentemente, tener que declarar equivocarse. Da lugar a la arrogancia, pues al no existir una verdad que nos trascienda y que sea criterio de corrección, de perspectiva, nos erigimos en los creadores y modificadores de ella, según los antojos o utilidades que nuestra posición nos ofrezca. De este modo, sólo se trata de posiciones personales que justificar o mantener; el error no existe; todo está bien porque nada está mal.

B) EL TALANTE POLÉMICO: propio de quienes se fijan en los demás por lo que tienen de diferentes; haciendo de ese aspecto el todo e infravalorando, entonces, a la persona.  Debemos educar a nuestros alumnos para que no valoren o desvaloricen a los demás por lo que tienen de diferentes, de tal forma, sean etiquetados y discriminados o no considerados por ser de tal o cual color o raza, sexo, edad, ciego, gordo, bajo, pobre, rico, provinciano, etc.

C) LA DESCALIFICACIÓN: consiste no sólo en reprobar una acción que realmente puede ser incorrecta sino, principalmente, quitar todo prestigio, imagen o autoridad a la persona, más allá de todo razonable argumento y sin tener la más mínima consideración.  «Del árbol caído todos hacen leña», dice el refrán. A menudo, el error de alguien es dicha del intolerante; quien se alegra de la desdicha del diverso que es visto como un enemigo. Es una proyección del talante intolerante que descalifica todo argumento o acción de alguien, aunque ésta esté al margen del defecto o diversidad misma. Por ejemplo, al gordo no se le elige como amigo, aunque sea generoso, porque es gordo. Al que tiene una postura política o religiosa distinta, no se le contrata como cocinero, aunque sea excelente en ese campo y no tenga nada que ver con lo religioso o político. A quien tiene una discapacidad muscular o en sus piernas, se le deja de lado en actividades que requieren por sobre todo de una inteligencia que puede ser excepcional.

D) MAL GENIO: propio de quien no tiene paciencia con el diferente, agrediéndole con palabras, gestos u obras.  Debemos instar a nuestros alumnos a dominar los impulsos agresivos o violentos. Modales, palabras y gestos intolerantes, son imitados en la vida familiar, escolar, comunitaria y desde la televisión u otras propuestas masivas: cine, comic, música, sectas, juegos electrónicos (Nintendo, Play Station, Internet, etc.).

E) INCONTINENCIA VERBAL: es una forma de faltar el respeto a la diversidad, por eso el incontinente habla en forma desmesurada, sin considerar la importancia del decir de los demás. Al desvalorizar a los demás no deja espacio ni tiempo para otras opiniones. De esta forma logra imponer sólo su perspectiva.

F) ACOSO: es una forma de intolerancia que se manifiesta atosigando, esto es, sometiendo la persona a tal presión emocional y/o física, que ésta se encuentra imposibilitada de presentar o defender su postura. Por el contrario, quien se educa en diversidad, no impone; sugiere, insinúa.

G) FANATISMO: es propio de quien no es capaz de ver la más mínima objeción en su postura.  El fanático es intolerante e irrespetuoso. Es acrítico ante sí y ante los que piensan como él. No valora al diverso. Sólo recurre a argumentos memorizados, porque realmente no posee razones o creencias auténticas. El fanático divide el mundo en dos: nosotros y los otros: los equivocados o malos. El fanático es inamovible, anquilosado, rutinario, amigo de los tópicos.

CONCLUSIÓN: NECESIDAD DE UNA EDUCACIÓN PARA EL ENCUENTRO O CONVIVENCIA
Llegados a este punto, esperamos puedan observar el objetivo propuesto en un principio -descubrir, aceptar y valorar la diversidad – y haya sido éste asumido en gran parte por sus educandos; por supuesto, acorde con sus etapas de desarrollo y condiciones de existencia.

En verdad, la convivencia en diversidad requiere aprender (por lo tanto, enseñar) a amar.  Quien ama puede superar el afán de poder o dominio y vivir en paz, aprender colaborando con los demás y siendo generoso en el dar y  humilde y justo en el recibir.

La educación, en cuanto perfecciona nuestra existencia en vista de la confirmación de nuestro ser, exige al educador guiar a los educandos en el descubrimiento, aceptación, valoración y realización de un estilo único y diverso de ser y existir.

La diversidad exige un amor por si mismo y por los demás; un amor que supera la tolerancia y el respeto. Sólo el amor deja ser más allá de todo egoísmo. Sólo así, los padres sacrifican anhelos no realizados que, de otra forma, proyectarían en sus hijos, dificultando su auténtica vocación y estilo de hacer la vida

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